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Las Causas del Accidente


Lejos de lo que suele imaginarse, no son más fáciles de producirse los naufragios en alta mar y en medio de grandes tempestades, sino que entre las causas más frecuentes que recogen los manuales de navegación figuran el choque con escollo, la varada y la colisión con otra embarcación. Y estas tres causas de naufragio se producen, si no necesariamente sí más frecuentemente, en las proximidades de las costas. Un barco de los construidos para navegar en alta mar es dificilísimo que naufrague por voltereta o por pasarse de ojo - chocar con otra nave -, aun en medio de las más arboladas mares, si las olas no le han causado avería que le produzca vía de agua.

Casi siempre que un buque se pierde en alta mar en una tempestad es debido a la vejez de su casco. Con el paso de los años éste puede perder resistencia a los choques de las olas, y los esfuerzos ocasionados por los balanceos y cabezadas tienden a desligar la estructura, aventando costuras o rompiendo planchas. También puede suceder que una mala estiba de la carga o su corrimiento a la banda ponga el barco en malas condiciones de estabilidad y flotabilidad y se produzca el naufragio.


El buque y sus partes


Se denomina buque al barco dotado de cubierta y que, por su tamaño, solidez y fuerza, es adecuado para navegaciones de importancia. El elemento constitutivo principal de un buque es el casco. Éste, que a partir del siglo XIX es casi siempre metálico, está formado por una viga longitudinal muy resistente llamada quilla y que va, de proa a popa, en la parte central más baja. En ella se insertan transversalmente las varengas y las cuadernas. Las cuadernas o costillas son unas piezas curvas que dan fuerza al buque y sostienen las placas metálicas exteriores del casco. Las varengas son las partes inferiores, y están unidas entre sí mediante tramas longitudinales o sobrequillas. Unas vigas transversales, llamadas baos, se encargan de unir las cuadernas entre sí. La parte exterior del casco es el forro. Está formado por tablas de madera o planchas de hierro y colocado sobre las cuadernas. Las partes curvas del costado se denominan amuras - las de proa- o aletas - las de popa -.

La línea de flotación es la intersección del plano del nivel del agua con la superficie exterior del casco, es decir, la línea en la cual la superficie del agua baña la nave, y varía, evidentemente, según la carga del buque. La línea de flotación divide el buque en obra viva - parte sumergida, también llamada carena, quilla o fondos- y obra muerta - parte superior, emergente -.


Los puentes son los planos horizontales que dividen el casco de proa a popa. Suelen numerarse de arriba abajo como primer puente, segundo, tercero, etc., correspondiendo el primero con la cubierta o puente de mando. En los barcos de pasaje suelen distinguirse las diversas cubiertas por orden alfabético desde la principal hasta el plan, y las superiores por su cometido: cubierta de pasaje - exclusiva para el pasaje -, de botes, de toldilla, del puente, magistral. Las aberturas practicadas en los puentes para acceder al espacio inferior e introducir la carga en las bodegas se llaman escotillas; y las destinadas a dejar entrar la luz, claraboyas. Las aberturas exteriores del casco son los ojos de buey y cierran herméticamente.

La bodega es el espacio interior del buque, destinado a acoger la carga; y la sentina es la zona más baja de la bodega, donde van aparar las aguas que, por cualquier motivo, puedan penetrar en el casco.


En el interior, correspondiéndose con la chimenea, se sitúa la sala de máquinas, donde está alojado el motor. El interior del barco está dividido en compartimentos separados por mamparas que, al poder cerrarse, aseguran la flotabilidad del buque en caso de una vía de agua. El compartimento situado a proa, llamado mampara de abordaje, es el más importante.

Los buques cuentan además con un conjunto de elementos que facilitan la navegación, dan seguridad y ofrecen distintos servicios y que se denomina armamento. Sobre las cubiertas superiores se sitúan los botes salvavidas.


La navegación


Los problemas fundamentales de la navegación son la determinación del punto nave y de la ruta. El punto nave viene determinado por las coordenadas geográficas de longitud y latitud. La determinación de la ruta puede llevarse acabo bien manteniendo constante el ángulo que forma la proa con la dirección de la aguja de la brújula (navegación loxodrómica) o bien siguiendo el trayecto más breve, es decir, recorriendo un arco del círculo máximo que pasa por los puntos de partida y de llegada (navegación ortodrómica).

¿Por qué naufragó el Sirio?

El naufragio del Sirio se produjo por el choque y encalladura en uno de los bajos de las Islas Hormigas. El barco quedó levantado de proa y comenzó a sumergirse por la popa. El agua comenzó a inundar el buque por dos zonas: en la popa, por la cubierta, y en la zona de proa, por las vías de agua producidas en la rotura del casco. La popa tardó aproximadamente quince minutos en hundirse por completo. Con unas condiciones de organización y seguridad adecuadas este tiempo habría bastado para poner a salvo a todo el pasaje.


Pero, ¿qué motivó que el Sirio encallase en los bajos?

El Ministerio de la Marina italiana achacó el desastre a un error de ruta debido a la impericia o al descuido de quien en aquel momento pilotara el buque. El oficial que en ese momento dirigía el buque era el tercero, pero conocía su misión y, además, el propio capitán estaba junto a él en el momento del embarrancamiento. El capitán del barco, José Picone, llevaba 46 años navegando y 26 en la Compañía La Veloce, de la que era decano. Conocía a la perfección el oficio y las costas mediterráneas españolas ya que había realizado la travesía más de 20 veces. Por supuesto, todas las cartas de navegación recogían la existencia del bajo de las Hormigas.


Piconne atribuyó el naufragio a una desviación de la ruta debido a las corrientes marinas, a una alteración de la brújula u algún otro fenómeno externo. Pero la tarde del 4 de agosto la mar estaba en calma y el buque obedecía a su gobierno, pues no tenía avería alguna.

Algunos investigadores aluden a la desaparición de la caja fuerte para defender la causa del sabotaje. Aunque esta causa no es del todo descartable, no hay ningún indicio firme que la sustente.


Entonces, ¿por qué misteriosa razón se produjo el naufragio?

La comisión italiana de investigación sobre el naufragio del Sirio fue concluyente al exponer que el vapor Sirio se dedicaba al embarque clandestino de emigrantes españoles a lo largo de la costa. Ello explica que el Sirio se aproximara temerariamente a la costa -ya fuese para intentar recuperar el tiempo y el combustible perdidos en las recogidas clandestinas, ya fuese para un nuevo embarque de inmigrantes- y encallara en los bajos de las Hormigas.